Siempre soñé con conocer Canadá. Me encantaba la idea de viajar, el frío, la nieve, los árboles de maple y los deportes de invierno. En ese momento ni mi familia ni yo teníamos el dinero para lograrlo. Pasó el tiempo, crecí, terminé la escuela, conocí a mi pareja, pero nunca olvidé mi sueño. Poco a poco fui encontrando oportunidades que me trajeran a este hermoso país. Sin darme cuenta, mi aventura empezó un par de años antes de que tomara la decisión de mudarme para estudiar en Canadá.
Descubriendo mi pasión por la educación
Estudié música y psicología. Los primeros trabajos que tuve fueron antes de terminar la universidad. Como buen estudiante universitario, daba clases para ganar dinero extra que me ayudara con mis gastos. Mi clase favorita era la de iniciación musical, que daba a pequeños de 3 años. Desde que empecé a trabajar con ellos, me di cuenta que era lo que quería hacer por el resto de mi vida. Cantar, bailar, dibujar y simplemente ver cómo los niños crecen y aprenden, se convirtió en uno de mis pasatiempos favoritos.
En busqueda del programa de educación infantil en Canada
Un día platicando con mi novio, nos dimos cuenta que en Canadá existían muchas oportunidades para estudiantes. Después de una larga investigación sobre el país, la cultura y la forma de vida, nos dimos cuenta que queríamos mudarnos a Canadá y vivir una nueva experiencia. Me di a la tarea de encontrar un curso que me apasionara y que se relacionara lo más posible a mis estudios.
Es muy difícil encontrar un curso que se adapte perfectamente a tus necesidades; es por eso que opté por hablar a todas las escuelas, resolver todas mis dudas, y preguntar por experiencias de alumnos egresados hasta encontrar el “perfect match”. Hablé a más de 20 escuelas diferentes y pregunté por diversos cursos hasta que encontré Stenberg College y su programa de Early Chilhood Education (ECE).
Un curso de educación infantil diferente
No tenía idea de que esto existía. El curso de ECE te prepara para trabajar con niños de 3 a 5 años. En este programa no solo aprendes lo teórico sobre el desarrollo de los niños, sino que también se enfoca en lo práctico; el manejo del comportamiento, lo social, lo creativo, e incluso lo intelectual. En México existe la carrera de educación, pero no hay ningún curso que se enfoque tanto en esas edades del desarrollo infantil por lo cual el programa me llamó muchísimo la atención.
Tuve muchas llamadas con la directora de admisiones internacionales. Ella resolvió todas mis dudas académicas y financieras. Mis dudas eran tantas que hasta me consiguió platicar con una exalumna para que pudiera tener una perspectiva más completa del programa. Solo quedaba inscribirme y empezar esta nueva aventura, pero no sabía que aún me quedaba mucho por hacer antes de poder comprar los boletos de avión.
Inscripción al programa ECE y trámites para viajar a Canadá
El proceso de inscripción no fue nada difícil. Cumplir los requisitos de admición fue realmente sencillo gracias a la experiencia con la que contaba. Además, la respuesta por parte de Stenberg fue muy rápida. La labor empezó con los trámites migratorios. Conseguir una visa de estudiante para ir a Canadá no es difícil, siempre y cuando cumplas con todos los requisitos. Pero la situación sanitaria mundial hizo el proceso algo complicado. La embajada canadiense en México estaba cerrada, por lo que tuve que hacer un par de viajes a los Estados Unidos, que fueron toda una aventura, para terminar mis tramites del perfil biométrico. Por otra parte, debía estar completamente vacunada para poder entrar a Canadá. Podría asegurar que en un momento fuera de pandemia esto hubiera sido mucho más fácil.
Sueño cumplido
Después de una espera -que realmente no fue tan larga, pero que se sintió eterna- mi permiso de estudiante fue aprobado. La emoción fue tan grande que no tarde ni dos días en comprar los boletos de avión. Ya quería preparar mis maletas, pero aún faltaban un par de meses para partir. Durante esos últimos meses me dedique a visitar a mi familia y amigos, comer mis platillos mexicanos favoritos y comprar dulces tradicionales para tener una reserva en Canadá.
El día del vuelo llego más rápido de lo que esperaba y de repente estaba sentada en el avión volando hacia Canadá, con una mezcla de emociones que incluían miedo y felicidad. No sabía qué me iba a esperar, pero les puedo decir, que en este primer mes las cosas van muy bien. ¡Este momento en Canadá está siendo una de las mejores experiencias de mi vida!